La verdadera crisis en la salud mental de hoy

¿Qué tan preocupados deberíamos estar nosotros sobre los reportes de que las enfermedades mentales se han vuelto una epidemia que afecta a una de cada cuatro personas en el mundo hoy en día? De acuerdo con la fuente de estos alarmantes reportes (la industria psiquiátrica) las enfermedades mentales amenazan con sumergirnos a todos y sólo puede ser controlada mediante el aumento masivo e inmediato de fondos. Advierten sobre los efectos desastrosos de las asignaciones retenidas. Lo que los psiquiatras nunca advierten es que el mismo sistema de diagnóstico que usan para crear la alarmante estadística, su propio Manual de Diagnóstico Estadístico de Trastornos Mentales-IV (DSM-IV) y su equivalente, la sección de trastornos mentales de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-10), están bajo ataque por su falta de autoridad científica y veracidad y su casi singular énfasis en el tratamiento con drogas psicotrópicas.

EL Profesor Herb Kutchins de la Universidad Estatal de California, ubicada en la ciudad de Sacramento y el profesor Stuart A. Kirk de la Universidad de Nueva York, autores de varios libros que describen los fallos del DSM, advierten: “existen, de hecho, muchas ilusiones acerca del DSM y fuertes necesidades entre sus creadores, de creer que sus sueños de excelencia científica y utilidad se han convertido en una realidad…”

Lo “amargo de la medicina” es que el DSM ha “tratado infructuosamente de medicar demasiados problemas humanos”.

El Profesor Edward Shorter, autor de “A History of Psiquiatry (Una historia de la psiquiatría)”, declaró: “en lugar de dirigirse hacia el valiente nuevo mundo de la ciencia, el estilo de la psiquiatría del DSM-IV parece en algunos aspectos dirigirse hacia un lugar que no tiene vida”.

Hemos creado este informe y sus recomendaciones para aquellos que tienen la responsabilidad de decidir la financiación y el futuro de los programas de salud mental y cobertura de seguro, incluyendo a legisladores y otros con poder de decisión encargados con el deber de proteger la salud, el bienestar y la seguridad de sus ciudadanos.

Los resultados de la dependencia siempre en aumento por parte de los psiquiatras en el DSM, con su interminable lista de enfermedades para cada una de las cuales se puede prescribir legalmente una droga psiquiátrica, incluyen estas asombrosas estadísticas:

  • Veinte millones de escolares en el ámbito mundial ya han sido diagnosticados con trastornos mentales y se les ha prescrito con tratamiento de estimulantes similares a la cocaína y fuertes antidepresivos.
  • El uso y abuso de las drogas psiquiátricas está surgiendo en todo el mundo: más de 100 millones de prescripciones sólo para antidepresivos se formularon en 2002 con un coste de 19,5 mil millones de dólares (15,9 mil millones de euros).
  • Una de cada siete prescripciones en Francia incluyen una droga psicotrópica y más del 50% de los desempleados (1,8 millones) toman drogas psicotrópicas.
  • Mientras tanto, dirigido por las estadísticas de enfermedades mentales derivadas del DSM, el presupuesto internacional de la salud mental se ha disparado en los últimos diez años.
  • En los Estados Unidos, el presupuesto para salud mental se elevó de 33 mil millones de dólares (29,7 mil millones de euros) en 1994 a más de 80 mil millones de dólares (72 mil millones de euros) en la actualidad.
  • El gasto para salud mental en Suiza aumentó de 73,5 millones de dólares (65 millones de euros) en 1988 a más de 184,8 millones de dólares (165 millones de euros) en un periodo de diez años.
  • Alemania gasta actualmente más de 2,6 mil millones de dólares (2,34 mil millones de euros) al año en “salud mental”.
  • En Francia, los costes de salud mental se han elevado, contribuyendo en 400 millones de dólares (361 millones de euros) al déficit del país.

A pesar del gasto registrado, los países afrontan hoy niveles en aumento constante de abuso de niños, suicidio, abuso de drogas, violencia y crimen, problemas muy reales para los cuales la industria psiquiátrica no puede identificar sus causas ni sus soluciones. Se puede concluir, por tanto, que una reducción en los fondos para los programas psiquiátricos no causará un empeoramiento de la salud mental. Menos fondos para prácticas psiquiátricas dañinas causarán, de hecho, una mejoría en el estado de la salud mental.

La evidencia que aquí se presenta ha sido extraída de médicos, abogados, jueces, psiquiatras, padres de familia, y otras personas activas en el campo de la salud mental y campos afines. El consenso de estos expertos es que las iniciativas psiquiátricas basadas en el DSM, tales como la ampliación de leyes de confinamiento involuntario y la expansión de los así llamados planes de salud mental comunitario, son dañinas para la sociedad en términos humanos y económicos. Lo mismo se aplica a programas tales como las pruebas selectivas de trastornos mentales de niños en edad escolar.

El argumento de que sólo el aumento de fondos curará el problema de la psiquiatría, ha dejado de ser convincente. A los campos de pericia que están construidos sobre afirmaciones científicas se les requiere frecuentemente que presenten pruebas empíricas para respaldar sus teorías. Cuando los Centros para el Control de Enfermedades reciben fondos para combatir una enfermedad peligrosa, el financiamiento resulta en el descubrimiento de una causa biológica y en el desarrollo de un remedio. Existen pruebas biológicas para determinar la presencia o ausencia de la mayoría de las enfermedades corporales. Si bien es cierto que la gente puede tener dificultades mentales serias, la psiquiatría no tiene ni una prueba física y objetiva que confirme la presencia de ninguna enfermedad mental. El diagnóstico es puramente subjetivo.

Los muchos retos críticos que enfrentan las sociedades hoy en día reflejan la necesidad vital de fortalecer a los individuos mediante alternativas funcionales, viables y humanitarias a las dañinas opciones psiquiátricas. Te invitamos a que revises por tu cuenta las alternativas que hemos incluido. Nosotros ofrecemos respetuosamente la información en este informe para su consideración, de manera que puedas sacar tus propias conclusiones acerca del estado de la salud mental y la habilidad de la psiquiatría, o la falta de ella, para contribuir a su resolución.

Dr. Rohit Adi

Dr. Mary Jo Pagel

Dr. Julian Whitaker

Dr. Anthony P. Urbanek

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